sábado, 23 de mayo de 2009

VERANO MARINE


Garraf no es lo mismo sin ti.


Desde que dejamos de ser amigos el pueblo parece haberse hecho aún más pequeño de lo que ya lo era y los veranos que han llegado a partir de entonces, pues bueno, se han convertido también en algo tan diferente a lo que contigo solían ser. .

No hay ya más carreras entre ambos, subidos los dos en la bicicleta y desde la estación de tren a tu casa por todas esas calles tan inclinadas.


Ni tampoco más noches de esas, en las que tu y yo estábamos sentados en la playa frente a un buen numero de botellas de cerveza que debíamos de terminarnos para asi, al levantarnos, no podernos mantener en pie , con la música de algún bar cercano al mar de fondo, y mis nervios, el presentimiento que esa iba a ser una noche especial, mi noche, impregnándolo todo…


Volver por error a todos esos sitios a los que antes íbamos juntos y en los que las horas pasaban tan deprisa que para cuando quería darme cuenta ya era casi la hora de cenar.

Ahora son aburridos, grises y solo me hacen pensar en que prefiero acurrucarme en la cama o sentarme en el marco de la ventana a estar alli de nuevo.


Todo de repente en ellos es ya silencio, oscuridad y mi habitación de la casa de la playa es ya también el nuevo centro del mundo, de mi mundo, el lugar más seguro, tal y como lo es en Barcelona, el único sitio donde jamás podrías entrar o verme sin que yo lo permitiera, antes no era asi, es cierto.




Tumbado en la playa, en uno de esos últimos días de la primavera ,que en realidad el verano ha tomado ya de prestado para si, cerrando los ojos, me doy cuenta que estoy casi seguro que no, no me cansaré de la prehistórica voz de Tracey como me he cansado de la de Morrissey. El verano será de las Marine Girls, en blanco y negro, caluroso, con todas las tardes libres para hacer lo que me venga en gana hacer.

Tu hueco ya ha sido llenado. Te veo y no siento nada. Ya no eres un problema.

Después de ti hubo un primero que aún escarbó más en él, lo hizo más grande y yo ya parecía estar condenado de por vida es cierto.


Pero afortunadamente llegaron a continuación un segundo, un tercero y un cuarto que si, que lo devolvieron todo a su estado original, echaron un buen montón de tierra sobre vosotros dos, dejándolo todo tal y como estaba al principio de todo.

El cuarto y yo veníamos por cierto mucho por aquí este invierno. Sin que mis padres ni nadie lo supiera. Eran días lluviosos y frios, en los que no cabía otro plan posible , en los que siempre me besabas cuando yo te besaba, no como ahora que lo hacemos en tu coche y con prisas o me tengo que conformar con rozar mi cara contra tu barba muchas veces.

No hacíamos mucho ruido. La casa entera estaba a oscuras, en silencio, salvo mi habitación, con la lámpara a media luz, la televisión sin sonido, el mando de la alarma sobre la mesilla, podían asaltar la casa y nadie se iba a enterar en un kilometro alrededor pero ¿qué más daba todo?.


Te corrías en mi cara, sobre mi pecho, en mi culo, en mis pies.

Yo era tu esclavo, quien no podía dormir en toda la noche, quien no se cansaba de mirarte.

En una de esas noches en vela de repente me acordé de un viejo juego de Lego que yo tenía por casa.

En especial de una base de color azul sobre la que yo construía edificios, naves espaciales, autobuses.

Mi madre probablemente la habría tirado a la basura ya hace años.

Nuestra vida está formada por miles de pequeños objetos, momentos y detalles de los que nos hemos desprendido sin apenas pensarlo, o que hemos olvidado para siempre en el mejor de los casos.


No sé si es bueno o no.