viernes, 14 de agosto de 2009

F DE FINAL /HIGH & DRY





Y de repente todo le pareció más triste incluso que aquella canción de Radiohead que sonaba en el hilo musical (high&dry).


Desde el fondo de la hamburguesería , su rincón más oscuro y frio, se veían a lo lejos las franquicias del restaurante de tapas y de cocina vasca totalmente vacías y por el contrario el restaurante chino lleno a reventar.


También había un Pans & Company sin apenas gente pero este al menos tenía la mayoría de las mesas sucias y desordenadas, con restos de comida encima suyo, símbolo inequívoco que habían sido ocupadas alguna vez a lo largo del dia.


No quería fijarse en los rostros de la gente que por alli pasaba pero era imposible no hacerlo.


Rostros rebosantes de cansancio pese a estar en vacaciones, rostros preocupados haciendo cálculos acerca de qué restaurante podían permitirse para no tener que pasarse el resto del mes medio arruinados tras las compras en el Jack & Jones y en C&A,. Rostros marcados por la cobardia, por el querer huir y no atreverse, querer hacer cosas y colocarse ellos mismos las barreras que impedían hacerlas.


Hubo una época en que había que decir que Radiohead eran geniales, ahora afortunadamente ya no queda mal afirmar que si bien tienen cuatro o cinco canciones geniales, diez muy buenas, también hay al menos otras diez infumables -pensó- imposible de escuchar enteras.




Ya en la calle nada más salir del centro comercial se dió de bruces con cuatro o cinco camiones- gruas que se encontraban bajo el puente, a la sombra y a salvo del calor asfixiante del principio de la tarde. No se oía nada –se dio cuenta- solo el ruido de los grillos y sonido de una radio proveniente de alguno de aquellos camiones. Al pasar cerca de ellos vió que sus conductores miraban todos al frente, agarrados al volante, como si estuvieran en marcha y no parados, imaginando quizás que estaban remolcando un viejo coche como el suyo que se había averiado en el momento más inoportuno.



En realidad creo que es mejor el disco en solitario de Thom Yorke que sus últimos dos discos como grupo -recapacitó en silencio mientras abría la puerta del coche, un viejo Vw Polo del 1993 que había pasado de mano en mano, desde su hermano mayor al siguiente y al siguiente y que finalmente ahora era suyo, nada más haberlo recibido había intentado limpiarlo un poco pero imposible, había dentro suciedad acumulada desde Dios sabe cuando, idas y vueltas a la facultad, viajes a Benicassim, noches de fiesta…Por fuera el color rojo original era ahora más parecido al rosa después de de haber pasado tanto tempo expuesto al sol.



Al arrancar el motor le sonó tan frágil como de costumbre. Solo confiaba en el para trayectos cortos.

Como siempre, le gustaba , pasó muy lentamente y con las ventanillas completamente bajadas por la carretera situada al lado mismo de la playa de Castelldefels, observando a la gente dirigirse hacia la misma. Le gustaría hacer un último viaje –pensó- irse hacia el sur y hacer de ese viejo coche su centro de operaciones para todo un verano, al igual que hacian todos aquellos que aparcaban sus furgonetas junto al Paseo Marítimo y no las movían hasta septiembre, durmiendo y haciendo vida en ellas. Era un poco la influencia de Kerouac supuso, acababa de leer On The Road.


Al llegar a su casa vió el Mini Country de su hermano en el jardín y se acordó de nuevo de la chica que nunca pensó que se fuera a fijar en él y que sin embargo un dia si quelo hizo. Habían sido tres meses de ensueño y ahora que ella le había dejado era la nada.

Las canciones que pensaba que le iban a volver loco a la cuarta escucha le aburrían.

Las películas igual. Tenía dinero para comprarse unas nuevas zapatillas, varias camisas, veinte o treinta cds pero nada le hacía especial ilusión.

Se acordó de aquel hombre mayor que hacia karaoke en uno de los pasillos de Sants.
Cantaba las típicas canciones de fiesta que todo el mundo conoce pero se veía que no podía más, que estaba muy cansado, a punto de venirse abajo.
Esto es el final pensó.



Poco después el ruido de un disparo revolucionó aquella tranquila urbanización, marcando para siempre un antes y un después en la misma.

A los pocos minutos llegaron la policia, una ambulancia y algunos vecinos alarmados pero dio igual.

Era el final

martes, 4 de agosto de 2009

PENDING





Un asunto pendiente: Explicar a EDGEOFSEVENTEEN que el hecho que los proximos dias vayan a ser mios y nada mas que mios, vacaciones, no significa que necesariamente tambien lo deban de ser suyos, o de los dos, o de todos nosotros, la gente con la que salimos y le he presentado, nuestro grupo de amigos del verano de 2009.



Deberia empezar por confesarle que lo de estas ultimas semanas simplemente ha sido, si quiere llamarlo asi, una pequeña excepcion, producida por la alegria de haberlo conocido justo cuando yo pensaba que todo iba a volver a ser tan gris para mi como de costumbre.


Un subidon de adrenalina , si, provocado por sus diecisiete/dieciocho años y sus hormonas siempre tan exigentes.


Una sensación de irresponsabilidad flotando a mi alrededor, por fin he terminado una etapa de mi vida que parecía que nunca iba a acabar.


Salimos esta noche y trasnochamoss con doble "s" , mañana tambien lo haremos, y como me insistes siempre acabo bebiendo, la vida a veces es mucho mejor de lo que podía haber sonado- pienso- no paramos de bailar, nos besamos en el metro sin que nadie nos pueda ver, tu ingenuamente me preguntas que porque no va a ser lo nuestro para siempre.



Ya no soy la mejor persona del mundo debes saber. Hace años casi lo llegue a ser supongo pero por pura ingenuidad mas que nada,por puro aislamiento. Ahora trato de ser alguien legal y no engañar demasiado, me conformo con eso, pero no es sencillo, no hay un camino marcado que seguir.



Habrá muchos dias en que me apetecerá estar solo y no querré ni bajar a Barcelona ni ver a nadie, tu incluido. Aprovecharé que no están mis padres para tener que hablar poco o nada, no
sé si lo entenderas.


Me levantaré tarde, bajaré a la playa, dormire la siesta, replantaré el jardin junto a la piscina, veré películas que nadie quiere ver (Somers town), series que a diario me pierdo (Big Bang) y poco más. Y en el caso que me acerque a Barcelona puede ocurrir,puede, que a lo mejor lo que me apetezca hacer sea caminar a solas, con The Pains of Being Pure at Heart a todo volumen en el mp3 o golfear un poco por el Gran Via 2 por tentar a la suerte más que nada.



Un dia ordinario de entre semana, la gente paseando por el Portal del Angel, la Diagonal, el Maremagnum, un dia anónimo, sin historia, como lo son la mayoria, pero es que hace tanto que no pierdo el tiempo miserablemente , confundiendome entre la gente, un martes,un jueves, hace tanto tiempo que no he podido hacerlo.






Ayer estábamos tu y yo en la playa, los dos tumbados justo en esa frontera en la que la misma ya pasa a ser territorio exclusivamente gay.


Tu toalla , a mi derecha, se encontraba un poco más cerca de ese chiringuito en torno al que cientos de gays pululaban pensando lo guays que eran, de lo que la mia, a tu izquierda, lo estaba.


Tu ya has salido del armario.


Todo el mundo, tus amigos, tu famila, tus vecinos saben que EDGEOFSEVENTEEN es gay y que tiene novio además, yo.


Ahora muchos me miran, piensan que por fin es mi turno.



Nunca he dicho lo que pienso de que has hecho.
Ya no comparto mis opiniones sobre determinados temas con los demás, al igual que tampoco grabo canciones a la gente con la esperanza que luego las escuchen o dejo cómics con la esperanza que los lean.


Si, llevo dos vidas y quiero seguir asi, siempre habrá una a la que poder agarrarmme en el caso que la otra se rompa estrepitosamente.


domingo, 26 de julio de 2009

GENTE EN UN PRIMER DIA DE VACACIONES


Era tan solo un chico francés perteneciente a otra excursión más.


Estaban todos reunidos frente al Hostal Juvenil, gastándose bromas, unos sin camiseta y exhibiendo ante las chicas su físico, antes los chicos su poderío y fortaleza, otros más pudorosos dejando al descubierto únicamente lo imprescindible.

En cualquier caso no eran sino un buen montón de piernas delgadas, cuerpos fibrados, camisetas de última moda, pantalones cortos y peinados en punta haciendo las gracias tan típicas de su edad, en plena ruta del modernismo, salvo él claro, que debido a su enorme tamaño, a su peso, probablemente sobrepasaba los cien kilos, subido a una especie de carrito eléctrico iba de un lado a otro sin encontrar a nadie a quien juntarse.

No podía andar y estaba un poco al margen del resto de su clase, gracias a sus piernas blancas y llenas de pelo en contraste con la de la mayoría de ellos, bronceadas y depiladas, a una vieja camiseta de Ac/Dc y su cara sobre todo de querer marcharse de allí.


Llegó la estampida de repente, un profesor se puso en marcha y entonces todos detrás suyo le siguieron. Aquella excursión cruzó el semáforo, ya no ocupaban la terraza de aquella heladería, tenían tantas cosas que ver.


El chico zigzageo un poco con el carrito en plan broma y se paró en seco en plena calzada ya que el semáforo se le acababa de poner en rojo delante de sus propias narices, justo cuando se disponía también a cruzar.

Sus compañeros , desde el otro lado, no es que se pusieran entonces a reirse directamente de él, aunque la escena tampoco es que fuera muy diferente.

Aquel engendro mecánico que le posibilitaba el moverse de un lado a otro parecía haberse estropeado por el calor.

Una profesora y una chica se ofrecieron como voluntarias para ir a su rescate, el resto del grupo no podía perder el tiempo y por eso subían ya por la calle , camino a su primera visita de la tarde.







Era un hombre gordo, de unos cuarenta años, con gafas de diseño, pantalones cortos GStar y una ajustada camiseta negra. Estaba sentado en la hamburguesería junto a su hijo de cinco o seis años, muy rubio y delgado( su madre de la que llevaba un año separado era alemana) y la chica cubana que cuidaba del pequeño entre semana, hasta que sobre las siete él llegaba a casa procedente de la oficina.


No dejaba de hablarle a ella de su trabajo, de su enorme responsabilidad, de la ineptitud de la gente con la que tenía que tratar. La chica hacía como que escuchaba. No era justo que alguien cobrara tanto haciendo mucho menos que él, que alguien se pudiera comprar un 4x4 de setenta mil Euros mientras que él como máximo pudiera permitirse un Vw Passat.


La chica en ese momento volvió a advertírselo de nuevo, el crio estaba cansado de estar allí, quería ir a jugar al parque que había fuera del centro comercial, él pareció captar la indirecta al fin.


Nos vemos allí les dijo una vez que tiro el contenido de la bandeja a un cubo de la basura.

Unas cuantas servilletas de papel sucias, tres vasos de cartón y un par de hamburguesas a medio terminar –pensó- casi diez euros.

Nos vemos allí -volvió a repetirles- en un minuto , voy al baño.


Pensó en las enormes tetas de piel oscura que probablemente ella tendría nada más sacársela fuera. Se imaginó a si mismo follándosela dentro del coche, a ella con su polla dentro de la boca, a él penetrándola brutalmente por detrás. Ni siquiera se le puso dura del todo pero en unos pocos segundos se corrió. El corazón parecía querer salírsele del cuerpo, le iba a reventar la cabeza a golpes si era necesario.


Se mojó la cara y encaminó sus pasos hacia el parque.

Una vez llegado alli se subió al crio sobre sus hombros yéndose a continuación los tres hacia el aparcamiento.

¿Por qué no le dices a Marta que si viene mañana con nosotros al cine? le dijo nerviosamente a su hijo, sabiendo de sobras que aquella pregunta iba más dirigida a la chica cubana que cuidaba de él que a su pequeño.

-Imposible Javi, mañana domingo es el dia libre de Marta -contestó ella sin dejarle casi terminar su frase, también mirando al pequeño pero sabiendo perfectamente a quien si y a quien no tenía que dirigir sus palabras.






Era alguien perfecto. Vestido por completo de blanco y a la puerta del Corte Inglés promocionando un perfume. Nuestras miradas coincidieron. Pensé toda la noche en él.


Estábamos los de siempre más EDGEOFSEVENTEEN.


Cada vez que quedo con él empiezo a tener ya la sensación de que hemos hecho todo lo que se puede hacer, nos hemos dicho todo lo que nos podemos decir.


Todos acabamos muy borrachos y EDGEOFSEVENTEEN como siempre enganchado de mi cuello y dejando demasiado al descubierto sus sentimientos ante el resto.


Me la comió luego de maravilla ,como de costumbre, cerca de las seis en los baños de Sants y antes de separarnos, pero si, no pude evitar ponerme a pensar en él mientras EDGEOF SEVENTEEN me lo hacía ; vestido por completo de blanco, a la entrada del Corte Inglés, promocionando un perfume de Lancome.

domingo, 19 de julio de 2009

23

De una forma anodina, asi es como fue este año, en el único dia del mismo en que me puede pasar.



Aún faltaban unos pocos minutos para que sonara el despertador a las ocho de la mañana.


Hacía rato que había amanecido y a lo lejos se oía el mismo rumor de todos los días, una mezcla del ruido producido por los coches y los autobuses en La Diagonal y de algunas obras que hay cerca de casa que de nuevo volvían a ponerse en marcha.



Abrí los ojos y por supuesto lo pensé, veintitrés, nunca más veintidós, veintitrés acuérdate, aunque este año no hayas tenido los típicos sueños de días antes de tu cumpleaños, esos en los que te ves tan viejo, o no te hayas despertado de madrugada dándole vueltas a tu nueva edad echando cálculos, han pasado muchísimos años desde aquel dia que de pronto recuerdas y el mundo ,pese a lo que inocentemente creas, ya no se parece en nada a tal como lo era entonces y tú tampoco deberías de ser la misma persona y sin embargo hay tantas veces en que pareces serlo habiéndote quedado atrás….



Mi madre me dió dos besos en la cocina mientras desayunaba. Mi padre que había salido antes de casa me dejó un post it adherido a la mochila. En el trabajo estábamos todos tan atareados que la verdad que nadie se acordó. Marta ya está demasiado lejos como para contar con ella pensé a mediodía mientras comía y esto no es algo que quiera compartir con EDGEOFSEVENTEEN, al menos de momento, me dije a mi mismo al principio de la tarde.



Después de mucho tiempo sin ir, por si acaso ese era precisamente mi dia de suerte más que nada, nunca se sabe, hice una ronda por los baños de Glories durante un par de horas con White Lines sonando en el MP3 y lo mismo y los mismos casi de siempre. Viejos, un chico con la polla enorme pero muy feo de cara, un treintañero reprimido que de pronto asustado se larga.





¿A qué edad es ya demasiado tarde?



¿A qué edad eres ya un hijo de puta sin remedio, un amargado, alguien que solo disfruta con las desgracias ajenas?


¿A qué edad ya no hay excusas o vuelta atrás?


¿A qué edad empieza a ser muy difícil sonreír solamente porque te apetece hacerlo, no porque debes de hacerlo?


¿A qué edad empiezas a mirar solo por ti y por nadie más?


¿A qué edad no eres ya aquel que muchos buscan sino alguien que también busca?


¿A qué edad debes de dejar de refugiarte en la edad que todo el mundo al conocerte cree que tu tienes y asumir por fin que ya nada es igual?


¿A qué edad la carcasa protectora comienza a resquebrajarse, surgen las primeras grietas que muestran a todo aquel que quiera mirar que tú no eres ni mucho menos aquel que todos creen que eres, sino más bien todo lo contrario?






¿Son posibles quince años enteros de represión? o ¿Veintidós años de dudas?.


¿Treinta años desperdiciados, tirados a la basura? y ¿Cincuenta años de cansancio únicamente?.


¿Existe la posibilidad de setenta años de tristeza y soledad? y ¿De ochenta años sin haber querido en realidad en ninguno de ellos seguir adelante, estar aquí?

jueves, 2 de julio de 2009

CARRER D,ESTRUC




Balanceándose, como si estuviera andando él y solo él por la calle y la Via Laitena fuera suya en exclusiva.
El líder de la banda, el chico más duro del bloque, de la manzana, del barrio entero si quieres, camina con la seguridad esa que le da el saberse el mejor, imbatible hasta ahora, el campeón de todos los torneos, y de vez en cuando golpea el aire con su puño derecho como si estuviera boxeando, cambiando el ritmo de sus pasos sobre las ardientes aceras, mirando hacia atrás con una sonrisa por si alguien le ha visto , si, nadie es tan bueno como él.
Desnudo el pecho, con la camiseta colgando de su cintura, atrapada en parte dentro de sus bermudas militares que gracias a tanto balanceo apenas ya le cubren algo de su ropa interior, consciente que alguien por ahí cerca habrá , seguro, admirando su fuerte musculatura, su rostro duro e impenetrable, de pronto se encuentra frente al semáforo y se para .
Una ola de calor sahariano sacude Barcelona estos días haciendo subir todos sus termómetros hasta cerca de los cuarenta grados. La gente adinerada y los turistas de alto nivel seguro que están con sus cuerpos a remojo en alguna piscina o encerrados en sus habitaciones climatizadas, pero para el resto de nosotros solo existe una tarde de calor plomizo y húmedo, la primera tarde del mes de julio, y dentro de nuestra cabeza, nuestros planes y proyectos para las próximas semanas.
Y en un momento dado A., que pasaba por allí por casualidad, no puede evitar preguntarse si ahora que el verano está empezando habrá muchas más tardes iguales a esta, es decir sin planes, con un montón de horas por delante que llenar.

Un maestro extranjero, norteamericano posiblemente, responsable de los cuatro chicos de doce años que le siguen, tiene entonces por fin que separarse de él, ese chico detrás del que ha ido los últimos diez minutos, admirando su fuerte espalda, su balanceo, imaginando lo que puede haber detrás, lo que esconde, su ropa interior de color morado y negro. Han sido los mejores diez minutos de todo el viaje le da por pensar, sudoroso, cargado con una enorme mochila , protegido del sol por una gorra de los Knicks. Pero sus planes no admiten más dilación y por eso redirige sus pasos y los de su grupo calle arriba y sin saberlo entrega asi, de esta forma, su testigo a A. quien sin planteárselo de repente decide seguirlo también, torciendo hacia la izquierda poco después y detrás suyo, entrando por tanto en una pequeña y oscura callejuela en la que el calor sofocante de esa tarde parece atenuarse un poco, lo mismo que los murmullos y los ruidos que producían el resto de los viandantes.

Y desde una distancia prudencial A. ve como ese chico de cuerpo y culo perfecto, andares tan extraños, se mete de pronto en un pequeño bar y A. decide meterse también dentro.

Un viejo poster del Atlético de Madrid y otro del FC Barcelona del 2006-2007 presiden la barra.
El camarero, un hombre de unos cincuenta años, medio calvo y con una camisa blanca totalmente desabrochada, rápidamente le pregunta que va a tomar. Una Coca Cola responde A. algo nervioso, no mucho, viendo como el camarero a continuación se quita el sudor de la frente con un viejo y desgastado pañuelo rosa .

Da un sorbo y se fija en su espalda de nuevo,llena de sudor, en su ropa interior negra y morada.
Piensa incluso en acercarse donde está , colocarse a su lado y tratar de decirle algo mientras él se está jugando las monedas que tiene en una maquina recreativa, esperando supone que la suerte le sonría y la combinación de frutas y colores sea al fin la idónea.
Ve su cara de hastio poco después al darse la vuelta tras perder la última moneda que tenía. Oye a continuación como pide una cerveza . Nada más sentarse a su lado n A. no puede evitar el empezar a oler entonces a una mezcla de sudor, gasolina y tabaco, olor a hombre de verdad en definitiva, que es justo lo que A. tanto necesita en estos dias.
Lo tiene a unos pocos centímetros, puede sentir incluso el calor tan intenso que desprende su fuerte cuerpo pero al mismo tiempo necesita algo de aire, se está mareando, se le ha nublado la vista o algo parecido maldita sea.

Se sienta enfrente del bar tras salir atropelladamente del mismo, en el suelo, con la frente llena de pequeñas gotas de sudor, las gafas empañadas. Es el chico del bañador negro y de la camiseta negra también, pero del gorro multicolor.
El mientras se ha puesto una camiseta, se ha subido los pantalones y desde detrás de la barra ha comenzado también a servir a algún que otro cliente. No se lo puede creer. Y bromea con uno de ellos, no dejando de lanzar una lata de CocaCola al aire y recogiéndola casi a continuación , justo antes que sea inevitable que golpee contra el suelo.
¿Qué hacer?
La tarde ha avanzado, casi sin darse cuenta han dado las seis. Se quedará allí un buen rato, el que sea necesario, por si existe alguna posibilidad, de cualquier forma no hace tanto calor escondido aquí, y está ya como en otro mundo, ese mundo en el que si se atrevería a abordarlo, a proponérselo, a hacerlo salvajemente con él dejando que se corriera dentro de su boca incluso.

- ¡A! - oye de pronto como le gritan dos chicos a punto de abandonar la treintena, desde una minúscula calle que ese cruza con la suya.

Son B. y L. cargados con unas bolsas del supermercado del Corte Inglés, ni se acordaba que vivían por aquí, es cierto.
- ¿Qué haces tu por aquí? le dicen

Van discutiendo acerca de si los Smiths habían editado “Meat is Murder” el año que tocaron en Barcelona. Fue en esa lejana tarde, A. se acuerda de repente de la historia, unas horas antes del concierto, cuando ambos se conocieron por primera vez y casi allí mismo donde están los tres ahora hablando.
B dice que si.
L que no , trasladando la pregunta a A.
B dice que A. ni siquiera había nacido entonces, que no importa nada lo que diga.
A mira mientras hacia dentro del bar, sabiendo de repente que no hay posibilidad alguna ya.
Inexplicablemente tiene miedo a que en esa tarde tan calurosa , los tres sudando como cerdos, ellos dos al menos con un abanico para cada uno, o bien B o bien L los descubran a los dos.
Tanto a él mismo como al líder de la banda, el chico más duro del bloque, de la manzana, del barrio entero.

sábado, 20 de junio de 2009

SONAR





Fue exactamente en este orden y no en cualquier otro.

Cocaina.
Extasis.
Cristal.

Los punks-okupas no dejaban de ofrecérselo, a veces casi gritando, camuflados entre los pequeños puestos de perritos calientes a mitad del precio que dentro del recinto, con sus perros ,sus desastradas novias siempre a su alrededor, sus miradas desafiantes.

A. esperaba a EDGE OF SEVENTEEN.

Preveía ya un desastre entre muchas cosas.


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B. dio una palmada a C. en la espalda despidiéndose de él y a continuación se conectó a su Mp3 camino del metro. Sonaron Muse. Acababa de salir de la universidad, eran las cinco, y aún tenía que pasar por casa para ducharse. En su cabeza recordó uno tras otro todos los planes que tenía para el fin de semana, apenas iba a tener tiempo para si mismo.

Aparte del compromiso que acaba de adquirir con un chico de clase, esa misma noche tocaba cervezas en Gracia con los colegas de siempre. El sábado por la tarde merienda cena en casa de dos chicas extranjeras de su academia de francés y el domingo playa con los compañeros de piso todo el dia.

Vestido con unos vaqueros rotos por la parte de abajo, una camiseta Levis azul y una gorra morada cerca de las diez por fin apareció en la cervecería de siempre.

Y como todas las noches de viernes se rió un montón que quede claro. Sobre todo a última hora, de alguien tan feo y gordo que desde lejos no sabían distinguir siquiera si era un hombre o una mujer.

Al final era una chica, con bigote incluso.

A las dos cuando inició el camino de vuelta a su casa ya estaba borracho como una cuba, lo que no le impidió , mientras esperaba al autobús, repasar la agenda de su móvil ,quitando de paso dos o tres teléfonos de chicas con las que ya sabía que no tenía nada que hacer.

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A se preguntó como serían todos ellos en condiciones normales.

¿Habría alguien interesante?.

Estaba atrapado entre la multitud, bailando sin mucho entusiasmo, junto a EDGE OFSEVENTEEN y de repente un montón de globos de todos los colores posibles hicieron acto de presencia.

La gente sin dejar de bailar los golpeaba cuando los tenía encima suyo, volviendo estos a elevarse para caer poco después sobre alguna otra cabeza.

La gente se reía, la gente parecía estar pasándoselo de película.

Viéndolo todo asi, en primera fila, de repente A se dio cuenta, pese al ambiente festivo y desinhibido, en el que todo estaba permitido, aquello no era sino una representación, una representación del final de su juventud y quizás de paso de alguna que otra más, ya había pasado, se acababa esa misma noche.

Miró con pena a EDGEOFSEVENTEEN y los dos se sonríeron sin motivo alguno.

Luego sus ojos recorrieron sin prisa muchas de las caras que lo rodeaban.

En la mayoría de los casos su juventud había terminado hacía ya años –pensó- pero parecían no haberse enterado o por todos los medios querer disimularlo.

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C decidió volver a casa andando. Por primera vez en muchos días estaba contento. The Pains of Being Pure at Heart eran la perfecta la banda sonora para ese, su nuevo estado de ánimo.

Todavía sentía la palmada de B en su espalda, por fin eran amigos, de esos que quedaban fuera de las clases, las mañanas de los sábados por ejemplo.

No dejaría de sentirla durante unos cuantos minutos de eso estaba seguro.

Había sido un largo camino se dijo a si mismo, primero saludarse simplemente, luego empezar a hacerlo ya por sus respectivos nombres para finalmente llegar a donde habían llegado, quedar para comer juntos.

Todos los grupos de chicos y chicas que había en Plaza Cataluña ese viernes a media tarde por primera vez no le recordaron ya, no le hablaron, acerca de la soledad en la que vivía desde que había llegado a Barcelona.


Más bien ahora le mostraban las posibilidades y los caminos que ya tenía por fin a su alcance y que podía desde ya recorrer a su antojo.

Era el principio de una nueva época, B era genial y Barcelona el mejor sitio del planeta Tierra donde vivir.

Entró al Mc Donalds solo como todos los viernes lo hacía y se pidió un menú Big Mac. En una promoción especial ganó otra hamburguesa gratis.

En el calendario de su teléfono , en la fecha correspondiente a ese dia, escribió “B”.


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A decidió que ya no iba a ser más quien no era.

¿Que tenía de malo tener gafas, odiar ese tipo de música, ser aburrido a veces, demasiado entusiasta en otras ocasiones?.

Sin dejar de bailar , acercando su boca al oído de A, EDGEOFSEVENTEEN de repente le comentó que aquello era genial y A. sonrió para variar

martes, 16 de junio de 2009

YO TENGO NOVIO


Abro los ojos.

Me doy la vuelta y tumbado sobre la cama me encuentro mirando al techo.

Y puede, solamente puede insisto, que la pasada noche haya sido una de esas noches en las que necesito que alguien me abrace fuertemente, me bese, que los dos construyamos nuestro propio mundo frente al mundo de los demás, al mundo triste y gris de la mayoría de los días.

Sin embargo me he tenido que aguantar. He perdido tres horas completamente desvelado repitiéndome eso de “yo tengo novio” , “yo tengo novio”.

Solo es eso.




Extiendo la toalla sobre la arena.

Mis ojos buscan eso que siempre buscan.

Los chicos, esos que de verdad son chicos y no un unas niñatas cualquiera, mientras, se despiden e inician su camino ascendiendo entre las rocas que hay en el extremo de la playa, ese del restaurante y el chiringuito para ser más exactos. Unicamente vestidos con sus ajustados bañadores, gritándose, exhibiendo sin ser muy conscientes de ello sus cuerpos perfectos, inasequibles a cualquier desaliento.

Pronto les veo lanzarse desde lo más alto del acantilado uno tras otro y acercarse pocos segundos más tarde a la playa empujados por las fuertes olas. Incluso a uno de ellos se le baja tanto el bañador que me permiten verle aquello que tanto deseaba poder verle.

Las chicas que los han conocido esa misma mañana y que se los han estado rifando entre ellas durante su ausencia les reciben entre gritos y sonrisas.

Y yo me moriría -pienso- por un centímetro cuadrado de su piel, de sus labios.

Ben Watt toca el solo de guitarra de “night and day”, Tracey espera para seguir cantando.

“Y yo me moriría por un centímetro cuadrado de su piel, de sus labios aunque yo tengo novio, yo tengo novio”



Observo las vistas desde mi habitación un año más.

Apenas han cambiado, el pueblo abajo del todo, encajonado entre las montañas, junto a las vías del tren.

Una música machacona proveniente de una fiesta de algún chalet de abajo pone la nota discordante a la tranquila en apariencia tarde de domingo.

Espero ese mensaje suyo que finalmente llega cerca de las cinco y media de la tarde y rápidamente bajo a la estación para no perder el próximo tren. Mi cabeza va muy deprisa, demasiado, y por eso en el Mc Donalds de Paseo de Gracia , en su baño, me quito la ropa interior guardándola en la mochila, me vuelvo a poner los bermudas color rojo. A él le encanta notar que no la llevo encima y es que “yo tengo novio”, “yo tengo novio”.





Mi vida ahora es muy diferente.

Desde hace pocos días trato de ver las posibles ventajas del “yo no tengo novio”.

El chico de diecisiete años de los dos últimos fines de semana es el que ahora me espera y yo soy de repente el que manda los mensajes, el que marca los tiempos.

He pasado de las aburridas discusiones de los amigos de MINUSZERO acerca de la treintena y los viajes a Ibiza, a la insistencia de él, EDGEOFSEVENTEEN para que vaya a su fiesta de cumpleaños, la de su mayoría de edad, a principios de Julio.

Ahora es mi habitación en Barcelona la que nos acoge, la casa de la playa está ocupada, todo lo contrario que este invierno. Ahora no nos morimos de frio , siempre acabamos por poner el ventilador pese a estar desnudos, o casi.

Atrás ha quedado la mentira de estos últimos meses ,“yo tengo novio”, “yo tengo novio” , habiendo siendo sustituida por otra nacida por la velocidad por decirlo asi con que EDGEOFSEVENTEEN y yo nos conocimos una tarde de viernes.

“Acabo de cumplir diecinueve”, “Acabo de cumplir los diecinueve” , frente a la realidad que no es otra que acabo de cumplir los veintitrés.

En cualquier caso tampoco importa demasiado, el verano está empezando y por primera vez en mucho tiempo soy favorito, parto con ventaja sobre los demás, tengo un lugar privilegiado y a alguien perfecto para esta vez poder sacarle todo el jugo posible.

martes, 9 de junio de 2009

80 40 y 20 (motivos)





Podría estar triste solo por ellos, por verlos cada vez mayores, por ser sus visitas a casa cada vez más espaciadas en el tiempo .

Recordando a su madre, que cada vez que la vuelve a ver parece estar más encogida y frágil que como la recordada , a su padre, que se encuentra ya muy encorvado y torpe por mucho que él se niegue a acertarlo. Recapitulando los miedos a ella le hacen hablar sin parar, enfermedades básicamente, las amargas quejas que él parece llevar escritas ya en la cara. Volviendo a verlos como hace un mes los vio por última vez antes de subirse al tren, cogidos de la mano y caminando lentamente por la calle, a duras penas consiguiendo subir una cuesta, ella tirando en lo posible de él que desde el infarto ya no es el mismo, lo mismo que ella pese a sus esfuerzos por ocultarlo, sacando fuerzas de flaqueza varias veces al dia, recreando siempre ante los ojos de él un mundo que ya no existe, un mundo en el que ella no llora encerrada en el baño, o en la terraza al verle salir del portal, lleno de bondad aún en su interior pero sin ninguna ilusión ya por vivir.


¿Porqué sigue aún enamorada de él?.

Porque a veces todavía está ahí , lo encuentra, podría jurarlo: el rostro fresco de aquel adolescente que hace cincuenta años y desde detrás de un cristal de un autobús la enamoró, le hizo perder por completo la cabeza.

Aún sigue ahí y ella es la única que puede verlo.

No hay nadie más.

Mejor.




Podría estar triste también por su pareja y por el mismo, sentados ambos y frente a frente en una cafetería de Via Laietana, sin nada que decirse ya, leyendo cada uno el periódico en silencio.


Triste por cómo los años les han caído encima a ambos, por cómo han engordado y perdido el pelo, por las aventuras que cada uno sabe que el otro tiene a sus espaldas, por ese deseo que entre ambos ya ha desaparecido por completo salvo que se encuentren en algún lugar público, o un tercero acceda a montárselo con ellos. Por la imposibilidad ya de poder gustar a aquellos a los que les gustaría en realidad poder gustar, juntos o por separado, por el trabajo que los dos tienen, por su mísero sueldo, por los casi diez años malgastados en él, por sus voces cansadas, por estar atrapados y no saber cómo poder salir y escapar el uno del otro sin hacer mucho daño, sin ser ninguno de los dos la víctima.

¿Porqué no sigo aún enamorado de él?.

Porque lo tenía tan idealizado como a todos aquellos que antes suyo ocuparon su lugar, porque no es como yo pensaba que iba a ser, porque yo tampoco soy ningún santo, porque su cansancio y desgana ya son cada vez más nuestro cansancio y desgana pienso.



Podría estar triste por el chico veinteañero de la mirada huidiza sentado a su lado y que a juzgar por la conversación telefónica que mantenía hasta hace unos pocos minutos acaba de ser abandonado o abandonar, sin que eso parezca importarle mucho, cambiar en exceso sus planes.

Podría ponerse a explicarle las cuatro o cinco reglas básicas sentándose con él, o darle un par de consejos pero por su mirada él parece que ya saber algo del tema, manejar a la perfección toda esa sabiduría que en su conjunto encierran.

Es un ser egoísta, de difícil acceso.

Lo difícil para él, escondido tras su pelo castaño, sus pequeñas gafas, ha sido decírselo, lo que ha venido después, es decir la explosión simultanea de mil sentimientos diferentes y contrapuestos entre si, no ha revestido mayor problema, eso parece.

¿Por qué se ha enamorado de él?

Porque no lo conoce en absoluto, porque de momento todo en él es tal y como él quiere que sea.

Por el tipo de pastel que ha pedido por ejemplo.

jueves, 4 de junio de 2009

GEMINIS







Aunque no debería siempre termino termino por hacerlo.


Abrir el e mail es tan sencillo, y buscar el nombre de Marta entre todos los mensajes que se han ido acumulando durante el fin de semana en mi buzon de entrada, algo tan rutinario ya.


Es Lunes, el peor dia de la semana.

Este dato es importante.




Las fotos del pasado fin de semana, que ella siempre me envía la madrugada del domingo: se ha convertido a estas alturas ya en una especie de costumbre el mirarlas detenidamente al dia siguiente, durante la pausa del trabajo .


Ella y yo dentro del metro el sabado por la manana.


Ella cargada con un monton de bolsas que en su mayoria contienen ropa no excesivamente cara o elegante.


Yo a lo lejos frente al escaparate del Continuará, en pantalones cortos y con un gorro de infinitos colores.


Los dos de nuevo en el metro, cada uno de vuelta casa.


Yo sentado frente a un café el domingo.


Ella apoyada en un arbol de Paseo de Gracia.


La cola del cine.


El perfil de ella una vez que está sentada en la butaca.


Mi perfil a punto de empezar la pelicula.


Mis manos tocando levemente un emparedado vegetal.


La suyas abriendo un paquete de Kleenex.



Parecen todas ellas provenir de un mundo aparte, opuesto a todo aquello que una vez que empieza el lunes y hasta que llega el viernes toma por completo el control de mi vida. De repente al verlas morir de tristeza durante cualquiera de esos dias en el trabajo me parece algo tan fácil.


Ademas y si quiero puedo profundizar, seguir con ello a la hora de comer, hasta que empieza la primera clase, introduciendome en su Facebook, es decir el sitio donde ella solo pone esas fotos que por lo que transmiten asemejan su vida no a la vida que ella quisiera llevar sino a esa vida que ella quiere que los demas crean que lleva pero que en realidad no lleva.


Ella de fin de semana en casa de sus padres,todo en apariencia perfecto, pero ellos la quieren tener de vuelta en Julio, le han preparado hasta un futuro a primera vista mucho mas prometedor del que le ofrece Barcelona.


El coche de sus suenos que si quisiera ya podria tener. Solo su tacaneria o el hecho comprarselo con dinero que si bien es suyo no lo ha ganado con el sudor de su frente, de momento le impide acceder a el .


Sus companeros de trabajo haciendo piña, sonriendo,la mayoria solo buscan largarse de alli, empezar de nuevo.


Una foto en la calle Pelayo que a primera vista parece que recoge la celebracion de la Champions pero que yo como estaba alli sé que lo en realidad oculta, no es sino una foto de lejos de su antiguo novio, Rafa, junto a sus amigos, dando botes, desconociendo que ella esta alli a unos pocos metros suyo y que por supuesto no va a acercarse a saludarlo, el futuro como algo idiilico de alguna forma dejo de existir justo al acabarse su relacion.


Ella y yo en Gijón, tirados en la arena, yo tratando de romper el hielo despues de un pequeño enfado con ella, ella que por la expresion de su cara aun parece estar gritándome que soy un consentido, que me vaya a la mierda, que no se extrana que un chico tan estupendo como es MINUSZERO esté hasta el gorro de mi.



Y nuestra amistad de fondo, en muchas de esas fotos ,quizás, quien sabe , que está empezando a ser desmontada poco a poco, igual que cualquier atracción de feria, ahora que ella parece decidida a volverse a alli de donde vino, abandonar el lugar donde nos conocimos.

sábado, 23 de mayo de 2009

VERANO MARINE


Garraf no es lo mismo sin ti.


Desde que dejamos de ser amigos el pueblo parece haberse hecho aún más pequeño de lo que ya lo era y los veranos que han llegado a partir de entonces, pues bueno, se han convertido también en algo tan diferente a lo que contigo solían ser. .

No hay ya más carreras entre ambos, subidos los dos en la bicicleta y desde la estación de tren a tu casa por todas esas calles tan inclinadas.


Ni tampoco más noches de esas, en las que tu y yo estábamos sentados en la playa frente a un buen numero de botellas de cerveza que debíamos de terminarnos para asi, al levantarnos, no podernos mantener en pie , con la música de algún bar cercano al mar de fondo, y mis nervios, el presentimiento que esa iba a ser una noche especial, mi noche, impregnándolo todo…


Volver por error a todos esos sitios a los que antes íbamos juntos y en los que las horas pasaban tan deprisa que para cuando quería darme cuenta ya era casi la hora de cenar.

Ahora son aburridos, grises y solo me hacen pensar en que prefiero acurrucarme en la cama o sentarme en el marco de la ventana a estar alli de nuevo.


Todo de repente en ellos es ya silencio, oscuridad y mi habitación de la casa de la playa es ya también el nuevo centro del mundo, de mi mundo, el lugar más seguro, tal y como lo es en Barcelona, el único sitio donde jamás podrías entrar o verme sin que yo lo permitiera, antes no era asi, es cierto.




Tumbado en la playa, en uno de esos últimos días de la primavera ,que en realidad el verano ha tomado ya de prestado para si, cerrando los ojos, me doy cuenta que estoy casi seguro que no, no me cansaré de la prehistórica voz de Tracey como me he cansado de la de Morrissey. El verano será de las Marine Girls, en blanco y negro, caluroso, con todas las tardes libres para hacer lo que me venga en gana hacer.

Tu hueco ya ha sido llenado. Te veo y no siento nada. Ya no eres un problema.

Después de ti hubo un primero que aún escarbó más en él, lo hizo más grande y yo ya parecía estar condenado de por vida es cierto.


Pero afortunadamente llegaron a continuación un segundo, un tercero y un cuarto que si, que lo devolvieron todo a su estado original, echaron un buen montón de tierra sobre vosotros dos, dejándolo todo tal y como estaba al principio de todo.

El cuarto y yo veníamos por cierto mucho por aquí este invierno. Sin que mis padres ni nadie lo supiera. Eran días lluviosos y frios, en los que no cabía otro plan posible , en los que siempre me besabas cuando yo te besaba, no como ahora que lo hacemos en tu coche y con prisas o me tengo que conformar con rozar mi cara contra tu barba muchas veces.

No hacíamos mucho ruido. La casa entera estaba a oscuras, en silencio, salvo mi habitación, con la lámpara a media luz, la televisión sin sonido, el mando de la alarma sobre la mesilla, podían asaltar la casa y nadie se iba a enterar en un kilometro alrededor pero ¿qué más daba todo?.


Te corrías en mi cara, sobre mi pecho, en mi culo, en mis pies.

Yo era tu esclavo, quien no podía dormir en toda la noche, quien no se cansaba de mirarte.

En una de esas noches en vela de repente me acordé de un viejo juego de Lego que yo tenía por casa.

En especial de una base de color azul sobre la que yo construía edificios, naves espaciales, autobuses.

Mi madre probablemente la habría tirado a la basura ya hace años.

Nuestra vida está formada por miles de pequeños objetos, momentos y detalles de los que nos hemos desprendido sin apenas pensarlo, o que hemos olvidado para siempre en el mejor de los casos.


No sé si es bueno o no.

miércoles, 29 de abril de 2009

VECINOS



M no se echaba ya en cara su mala suerte, ni su cara tan horrible o incluso su sobrepeso.


Había aprendido que algunas cosas compensaban otras cosas.


El ser el dueño de tres pisos de más de ciento cincuenta metros cuadrados en uno de los barrios más caros de Barcelona le había permitido hasta entonces vivir holgadamente, sin trabajar, gracias a los ingresos que le proporcionaban al menos dos de ellos siempre en alquiler, generalmente a representantes de gobiernos extranjeros o a altos ejecutivos de paso por la ciudad.


M aún no sabía a su edad lo que era el tener que madrugar para ir a toda prisa a una oficina a trabajar o el no tener apenas tiempo para uno mismo y la sensación de angustia que eso produce. Acomodado en ese tercer piso de su propiedad ya digo, M veía la vida con una tranquilidad inusual, de una forma muy diferente al resto del mundo. Sus retos nada tenían que ver con los retos de la mayoría de la gente con la que compartía escalera, calle o incluso ciudad.


Muchas noches se encontraba con su vecino de al lado dentro del ascensor y era en esos momentos, al verle tan cansado dejando la mochila en el suelo con desgana, cerrando los ojos, cuando M se lo repetía a si mismo una y otra vez , tenia suerte pese a todo, no podía quejarse.


¿De que le había servido a aquel chico el ir a su mismo colegio, a su misma clase ,cuando M había repetido curso, y el sacar al menos durante ese año las mejores notas?, ¿O el haber estado siempre junto con los más populares de la clase?, ¿O el haber sido un chico moderno, vestido a la ultima? Bastaba mirarlo a los ojos para darse cuenta que no de mucho.. Al menos ante los ojos de M.



Podemos decir sin equivocarnos demasiado que M empezó a vivir hará unos dos años, que fue cuando sus padres murieron en un accidente de coche.

Pasados unos pocos meses, de repente, M cambió por completo su forma de vestir y fue también por esos dias cuando comenzó entonces a oírse a todas horas y por el patio interior, procedente de su casa, una música muy alegre , la típica de una radio fórmula dirigida a quinceañeros y no a él que ya tenía unos veintidós y que por lo tanto se encontraba ya muy lejos de todos esos años.

Supongo también que sería entonces más o menos cuando M comenzó por fin a quedar con chicas a través de Internet, de otra forma nunca antes lo había hecho, cuando su mundo se volvió un poco más inestable de lo que lo era gracias a ellas, con alguna que otra preocupación haciendo acto de presencia en el horizonte. Lo dejaremos claro , eso si, y desde este mismo momento, la mayoría con las que ha conseguido quedar hasta hoy han sido muy feas. Pero muy que muy feas.


Y aún asi, la gran mayoría nada más verlo no han hecho sino darle plantón.


A las pocas que sin embargo, y al menos hasta el dia de hoy ya digo, han decidido repetir, en realidad solo he visto a dos, M a pesar de todo las ha tratado como si fueran auténticas reinas de la belleza, víctima de su inocencia aún en estos temas supongo y de querer por encima de todo que en el barrio y en la casa todos le veamos por fin de la mano de una chica.

Flores, reservas en restaurantes de un cierto nivel, presentaciones formales a los vecinos en la escalera, el portal o a la salida del supermercado de la esquina, pero algo no cuadraba claro estaba.



Esta lluviosa mañana de domingo supongo que habremos sido casi todos los vecinos los que hemos oído de repente romper a llorar a M . Tras mantener una conversación a gritos por teléfono, recriminando a la otra persona haberle dado determinadas esperanzas para ahora súbitamente decidir unilateralmente tirárselas por tierra.


El chico con el que se encuentra muchas noches en el ascensor, es curioso, al oírlo todo ha decidido cerrar el grifo de la ducha para enterarse mejor de los detalles. Ha pensado que prefiere su vida con sus prisas y agobios a la de M, llena de horas en blanco, horas que una tras otra hay que llenar con series y programas de televisión básicamente.

También ha recordado su patético paso por clase hace años.


Una vez que se ha hecho el silencio y saliendo de la ducha, poniéndose las gafas, se ha imaginado a M recorriendo el pasillo de su casa en silencio hasta llegar al salón y a continuación encendiendo el dvd, no sería extraño que de repente comenzaran a oírse sus superlativas carcajadas como
otras muchas veces viendo La Familia Mata .


También se lo ha imaginado, medio desnudo, con ese cuerpo totalmente amorfo que a nadie se atreve a mostrar, sentado frente al ordenador, atiborrándose de galletas, viendo fotos y más fotos de chicas, leyendo sus pequeñas historias bajo las mismas, estableciendo puntos de contacto entre todas ellas y la suya propia, esa con la que lleva ya tantos años cargando.

Luego, ya con las gafas puestas y medio desnudo también se ha sentado frente a su ordenador a examinar un par de perfiles de chicos que le pueden interesar.
Buscando también puntos de contacto entre él y al menos hasta ahora, esos perfectos desconocidos.

sábado, 25 de abril de 2009

HACE SIETE AÑOS


Asi que era esto.


A estas alturas empiezo a ser consciente de ello.


No cabe esperar mucho más.



Era mejor tal y como lo imaginé de eso estoy seguro.

Tirado sobre la cama hace siete años, sin nada que perder, creyendo saberlo todo.


Mi posición en todas esas historias inventadas era también mucho más segura e inatacable de lo que lo es hoy.



Los sentimientos aparecían menos ambiguos de como luego han resultado ser .

Sin apenas recovecos ni perspectivas, desde donde uno puede pararse en un momento dado a analizarlos o justificarlos, observando asi desde lejos quizás la gran mentira que son, la gran mentira en la que tú no tienes más remedio que creer en el fondo, deseas tanto creer en ellos porque debe de haber algo mas ¿no?. Debe de haberlo.


Nadie hablaba o me tocaba, pero bastaba.

Durante unos escasos minutos, a lo mejor unos cuantos segundos tan solo, aquellas historias eran casi tan reales como el techo de mi habitación, la persiana bajada, los posters, las soleadas tardes de la primavera del 2002 de las que el resto de los chicos de Barcelona ya disfrutaban.

Esto último si que dolía un poco a veces, mucho otras.


Morrissey lo llenó todo muchas de esas tardes.

Acabábamos de conocernos por así decirlo.

Y era curioso porque en el 2002 a nadie le importaba lo más mínimo Morrissey .

Morrissey casi ni existía.

Era casi otro sueño más, uno de los muchos que por entonces y en circulo volaban en mi cuarto.


Alguien que no sabía lo que quería para su vida, que desconocía lo que era un beso, una caricia, el amor, del sexo ya ni hablamos….¿Merecía de verdad seguir viviendo, prolongando de esa manera su agonía dia tras dia?

sábado, 18 de abril de 2009

HEROES Y DEBILES




PERFECTBOY pensó en contestar a ALWAYSNEUS “porque soy guapo y puedo permitírmelo” pero tras pensárselo un poco y ver la cara de ella pensó que quizás no era la mejor opción.


Entonces ALWAYSNEUS volvió a pedírselo, ¿Por qué demonios no podían salir los dos de fiesta hasta el amanecer y continuar de esa forma lo que para ella al menos había sido una de las mejores tardes de su vida?.

Pero PERFECTBOY no le dejó ni terminar la frase, dándole un beso de hermano antes de irse definitivamente del portal de aquella casa. Mañana tenía otra cita a media tarde con SILVERGIRL y quería estar al cien por cien pues, al menos y a través de lo que mostraban las imágenes de su fotolog, SILVERGIRL parecía ser una chica realmente espectacular, que era como ALWAYSNEUS también se lo había parecido antes de conocerla, antes de haberse dado cuenta que estaba un poco gordita y tenía la cara con algunos granos, los labios muy secos.


Ya en el ascensor y camino de su casa ALWAYSNEUS echó de menos el reflejo de PERFECTBOY en el espejo del mismo. Y segundos después, haciendo su cama, extrañó su cuerpo, sus besos. Habían intercambiado varios mensajes a través de sus respectivos fotologs y habían quedado básicamente para follar y nada más, pues de eso se trataba ¿no? se preguntó a si misma ya en la cocina, preparando un poco de pasta para cenar.


A PERFECTBOY no le gustaba salir de noche, le gustaba recluirse en su cuarto la mayoría de las noches para leer, para conseguir citas con chicas como ella que estaban ya hartas de sus novios, o con chicas que andaban locas por perder su virginidad y necesitaban un poco de acción en sus vidas. Eso es lo que le hace tan especial quizás, aparte de esa cara mezcla de chico salvaje y chico educado en un elitista internado inglés, pensó ALWAYSNEUS recordando lo aburrida que estaba de EDUTHEBEST ,su novio, que esa noche había quedado con sus amigotes, de su maldito hiphop sudamericano y barriobajero, de sus pantalones anchos, sus porros y la cerveza de litro que siempre parecía ser una compañera más en la mayoría de sus citas.


Tumbada en el sofá de repente le dio por llamar a XXCHARLIE89XX para ver que hacía.



XXCHARLIE89XX estaba en la barra de un bar con otro amigo pero con ojos y oídos solo para MINUSZERO que se encontraba enfrente suyo pero eso si algo lejos,al fondo del bar. Ni siquiera le había saludado al encontrárselo allí, en la barra, soportando la aburridísma conversación de FEDEFANGO acerca de lo de siempre, es decir Fangoria, Alaska, La Prohibida etc etc. Quizás lo que pasaba es que MINUSZERO lo había descubierto y ya estaba harto de él. Quizás lo había adivinado ¿no?,tampoco era tan difícil, que tras todos esos ” wapooooo” con que terminaba sus mensajes del fotolog lo que se escondía en realidad no era ofrecimiento alguno para amistad sino deseo de tener sexo y más sexo con él. Y claro, XXCHARLIE89XX no era precisamente guapo, tan delgado y peludo, medio calvo a su edad . Y MINUSZERO no podía consentir que lo relacionaran con él, que pensaran que ambos eran amigos.



A A. todos le recriminaron que no actualizara desde hace meses.


Situado bajo el brazo de MINUSZERO, en el papel de su novio oficial, en silencio, A se rió pero sintiendo de nuevo que en vez de dos ojos debería de tener seis o siete y lo mismo con los oídos, para poder mantenerlos a todos a raya más que nada.

Estaba tan obsesionado con todos aquellos que no dejaban de adular a su MINUSZERO, que le preguntaban por su Myspace, su Facebook,su Fotolog y que en unos pocos minutos querían recorrer ese camino que a él le había costado meses hacerlo, que como de costumbre ya era capaz de oir las tres o cuatro conversaciones que tenían lugar cerca suyo, por si captaba algo extraño en alguna de ellas, no dejando de vigilar al mismo tiempo todos y cada uno de los rostros que se acercaban a ellos dos , evaluando sus posibilidades.


Por supuesto que A no disfrutaba ya nada de esa noche.

De hecho odiaba a todo el mundo que se encontraba cerca suyo.

A los seguidores de MYMUSCLES, a PARTYLOVER, a BERLINBCN, a DISCOGAY.

Sabía además que no podría aguantar asi mucho más, que su cuerpo era débil, que estaba muy cansado, que su mente ya no daba para más.

Incluso de repente hasta se había encontrado temeroso de XXCHARLIE89XX, que se había acercado minutos antes donde él estaba en el baño para preguntarle por SIEMPRECONTIGO.

A había preferido callar en ese momento, no decirle la verdad, que no tenía posibilidad alguna con él pero que si, que era cierto, SIEMPRECONTIGO SI tenía una polla kilométrica.

SIEMPRE CONTIGO era mucho más divertido antes, con su chándal, repartiendo pastillas y coca, follándote por y con unas zapatillas de deporte puestas. Ahora solo era una sombra de lo que antes era, con su fotolog lleno de poesías baratas de su propia cosecha y con fotos de él y su novio.

Pura basura.


A sintió de repente como que se desinflaba, que se venía abajo, que necesitaba que MINUSZERO le agarrara mucho más fuerte de lo que lo hacía para no deslizarse hacia el suelo.

Pero claro, no se atrevió a pedírselo.

domingo, 12 de abril de 2009

GARABATOS



Desde siempre quise saber dibujar.

Y tener como tengo ,pero sabiéndolos utilizar claro, un pequeño estuche repleto de lapiceros Staedtler amarillos y negros , con la parte de arriba roja o azul ,dependiendo del grosor, y otro estuche también, pero de pinturas esta vez, con cualquier color que puedas imaginar, desde el amarillo casi blanco al negro más oscuro.

No me los encontraría por casualidad entonces después de meses sin usarlos. No estarían tan escondidos como en esta primavera lluviosa resulta que lo están, al fondo de la vieja bolsa de deporte de cuando iba al colegio, junto al uniforme de gimnasia y un balón de futbol que nunca me atreví a usar y del que nunca tampoco a nadie hablé.

Si supiera cómo hacerlo, si fuera bueno, quizás no estaría donde hoy estoy.

Y desde luego sería mucho más autónomo eso está claro, no necesitaría a nadie.

Nunca habría conocido quizás a mucha gente que sin embargo he tenido que conocer y que en su mayoría ya han desaparecido de mi vida.



Y si, tienes razón, todo esto viene a cuento porque le habría dejado un pequeño esbozo a ese chico francés en algún descuido que él hubiera podido tener. Ese chico que cerca de las diez de la noche y una vez realizado su pedido en el Mc Donalds de Paseo de Gracia, esperando por el, se puso a bailar como un loco entre las mesas, sin importarle lo que pudiéramos pensar acerca suyo.


Un chico rubio, de pelo rizado, acompañando de muchos compañeros de clase, de un par de profesores y de una chica en especial que parecía ser su novia y que terminó por animarse también a bailar junto a él.

Habría puesto mi número de teléfono y un pequeño mensaje escrito en Bic de color verde dándole las gracias por haberme recordado esa noche, terminando yo de cenar y él a punto de empezar a hacerlo, que la vida puede ser algo divertido y que en el fondo quizás eso no es algo tan difícil de lograr, no está tan lejos de mi alcance como a veces pienso.

Luego, muerto de vergüenza y antes que pudiera darse cuenta de algo, me habría largado de allí a toda prisa.

Fin de la historia.


Bueno, si, claro, no voy a engañaros , tenéis razón, ¿para qué ocultarlo?, también habría dibujado de nuevo a toda prisa , pero esta vez la tarde siguiente, a ese chico tan pálido y de ojos verdes con el que he coincidido hoy en la biblioteca y al que tanto he mirado y del que no he recibido como respuesta ni una sola mirada por su parte .

Mi historia con él solo tiene o consta de un inicio, no hay nada más, un inicio que se remonta al verano pasado, a un mediodía en que fui a llevar a su casa unos papeles que Ella me había dejado para entregar a su padre, uno de los jefazos de la oficina. Me abrió la puerta con tan solo un minúsculo bañador encima, me dijo que su padre no estaba pero que se hacía cargo del sobre.


No parecía tener ni un solo pelo en las piernas o en el pecho y al darse la vuela y agacharse, la visión de la parte superior de su culo terminó por rematarme.

Tendría esta tarde también que haber abierto mis estuches de pinturas para dibujarle, haber destapado luego mi Bic verde de nuevo tan solo para escribirle junto a su improvisado retrato, en la parte trasera del mismo, que yo ya no puedo escribir una historia o avanzar en la misma a base de solo imaginar, que estoy muy cansado de hacerlo, que él también tiene que poner un poco de su parte, lo mínimo.

Tendría que sentado , con la mirada fija en su rostro, sin temor, haber permanecido luego allí para ver la expresión de su cara, su reacción, ante mis tonterías.

Estaba preparado tanto para lo bueno como para lo malo.

Al menos eso creo.

lunes, 30 de marzo de 2009

1976 Primera parte

5


Soñaba con poder pasear cogido a ella de la mano, con no poder parar de reírse al oírla hablar.

Soñaba con abrazos seguidos de escalofríos, con besos románticos pero nada más y ya sabes a lo que me refiero.

Soñaba con poder a su lado vestir más alegre de lo que lo hacía, con conocer a gente que realmente mereciera la pena.

Soñaba con , gracias a ella, volver a encontrar su camino sobre todo.



Ella había sido Chuska al principio de curso, hasta que oyó que se enrolló con dos chicos diferentes el mismo fin de semana.

Luego Cristina había ocupado su lugar, pero en una fiesta en un chalet cercano al suyo, Suso la había visto bailando en el jardín medio desnuda y le había parecido tan ridícula, tan lejos de lo que él esperaba de ella .

La última se había llamado Anuska, una chica de la clase de piano , de la que por cierto y desde que había abandonado dichos estudios de piano la pasada primavera no había vuelto a saber nada .

Ojeó discretamente sin sacarlos de su bolsa las portadas de los discos que había comprado al principio de ese dia que en ese momento de repente le pareció que había sido tan largo.

Le dió vergüenza sacarlos fuera, que la gente del autobús viera la música que escuchaba.

Le dió vergüenza ser él mismo en realidad.

Sopló de nuevo para quitarse de encima de los ojos el maldito flequillo.

Vió su cara reflejada en el espejo retrovisor.

Puede que se guapo pero puede también que sea feo le dio por pensar.

lunes, 23 de marzo de 2009

1976 Primera parte








3







Tenía pánico a sus propias preguntas más que nada. A sus propios pensamientos.

No obstante creía que poco a poco , por fin, ya los iba controlando y por eso sabía como hacer para que no le afectaran en su vida normal, no le hundieran cada vez que sin previo aviso aparecían.

Pero tampoco estaba muy convencido de ello.
Nada en realidad.



Mientras, el metro iba a toda velocidad.

Como Suso estaba seguro que de un momento a otro le llamaría por eso consultó su teléfono móvil de nuevo.
Alguien que te deja en tu buzón algo que has escrito treinta y dos años atrás y que escribe su número para que te pongas en contacto con él….Yo no esperaría ni un minuto al menos. Me lanzaría.

Tenía aún que parar en Sants –se acordó- y recoger unos cuantos discos de vinilo de segunda mano que había comprado por la mañana y que había dejado en una consigna de la estación antes de ir a casa de él. Nada memorable desde luego, aunque a lo mejor hasta alguno de ellos le resultaba interesante. Uno de la B J H, el “Love Beach” de Emerson Lake & Palmer, su decadencia, y por último “The friends of Mr Caro” de Jon Anderson y Vangelis. Entre los tres no habían llegado a costarle más de cinco euros. Una ganga vamos. Y luego tendría que salir disparado hacia casa pues no había resuelto ni una sola de las ecuaciones que pensaba haber hecho ayer sábado, o ninguno de los análisis sintácticos que en teoría el viernes por la tarde tenía que haber dejado finalizados y no quería meterse en problemas de nuevo.


4

Suso miró fijamente , como si fuera una obra de arte, algo realmente bello e irrepetible, aquella hamburguesa acompañada de patatas fritas y una Coca Cola.
Se dijo a si mismo que llevaba toda la tarde andando y que se la merecía. No iba a engordar más por tomársela.
Sabía perfectamente que para su madre esa excusa nunca sería válida. Ella no le dejaba tomar nada de chocolate o bollería a media tarde, ni Cola Cao por la noche, o pan para acompañar cualquier comida, recriminándole siempre lo gordo que estaba.
La cuestión era que se veía delgado en el espejo cada vez que se miraba en él, y sus amigos le decían que solo lo estaba un poquito, que no había porque preocuparse. Pero sus padres sin embargo, sus padres siempre terminaban por estropeárselo todo, pues no dejaban de repetírselo desde hacía meses, una vez al día por lo menos, estaba gordísimo.
Debería como ellos hacer algo de ejercicio, comer más sano le aconsejaban siempre.
Ahora ellos dos estaban a más de mil kilómetros de distancia asi que tampoco tenía porque tenerlos demasiado en cuenta concluyó.

Estaba sentado en la planta de arriba de la hamburguesería tras haber salido de la estación de tren a las diez en punto de la noche en vez de haber continuado la ruta hacia su casa. Rodeado de gente que en su mayoría como de costumbre se encontraba acompañada.
También estaba a la expectativa, seguro de que por fin algo le iba a pasar, al menos nada más sentarse allí, pues luego poco a poco su ánimo como de costumbre fue decayendo a medida que se hacía más evidente que la oscuridad en la calle ya era casi completa. Recordó esas tardes del ultimo dia del año, Nochevieja, cuando era un crio aún, esas frias tardes en las que también parecía una vez que se había hecho de noche algo mágico iba a suceder, tenía que suceder, y en las que finalmente por supuesto nunca pasaba nada.

Keith Emerson mientras pensaba en todo esto llenaba su cabeza de sonidos chirriantes.

Si, necesitaba hablar con alguien, que alguien le hablara, se interesara por su vida, le dijera algo y él a su vez, como contrapartida, pudiera también contarle al menos un poco de su vida. En las últimas cuarenta y ocho horas lo único que había dicho había sido el nombre de la hamburguesa que ansiosamente ya estaba devorando, si quería patatas fritas o no y la bebida que deseaba, apenas veinte segundos le había tomado.
Necesitaba algo más en sus vacaciones que su profesor particular, El Marcos como le llamaban todos, pero sabía que conseguirlo era casi imposible por mucho que él pusiera de su parte.
La vida iba por un lado y él por otro.

Se acordó de su viejo Renault Megane de color verde oliva.
Reconocía a esas alturas ya el sonido de su motor pues lo oía llegar todas las mañanas a las nueve en punto, medio dormido aún en la cama.
Siempre rezaba porque no fuera él pero desgraciadamente si que lo era y enseguida sonaba el timbre y tenía que abrirle la puerta del jardín primero y luego la de casa, y en cinco minutos empezar con las clases particulares de recuperación un dia más.
El Marcos había sacrificado su verano, se había quedado a solas en Barcelona mandando a su mujer e hijos al pueblo para ganarse un dinero extra dando clases a chicos como él.Era un hombre muy delgado pero con una tripa enorme, de pelo grisáceo, con una cara que denotaba siempre cansancio y unos pequeños ojos verdes incrustados en la misma que parecía por la expresión que ponía que no le funcionaban demasiado bien, que apenas podía ver algo a través de los mismos.
Curiosamente él era uno de los profesores que le había suspendido en el colegio.
Con eso quedaba todo dicho.
Tenerlo en casa todos los días después de todo lo que le había hecho sufrir en la pizarra durante el año, sabiendo de primera mano aún más detalles de su desastrosa vida fracasada como estudiante, era una humillación más. La primera vez que lo vió en casa Suso quiso morirse, ser otra persona. No podía imaginar una vejación mayor.

En el fondo es una perdida de tiempo – recapacitó - pues cada vez me encuentro más y más perdido y entiendo menos cosas. Quizás debería plantarme definitivamente y repetir curso otra vez o dejar el colegio. Soy el único desastre que conozco. En clase claro que hay chicos que también suspenden pero no casi todas . Mi padre y mi madre eran muy buenos estudiantes. Mis abuelos también. El problema es que nada me importa demasiado, todo me da igual, soy un especialista en dejarme llevar creo.

Asoció de repente el placer que le produjo probar aquel helando de nata y con trozos de M&Ms que había comprado como postre , con el momento justo en que El Marcos daba por terminada la clase a las dos los viernes y empezaba a recoger todos sus libros metiéndolos en una gastada cartera de piel marrón. Suso se sentía tan liberado, tan feliz y relajado en ese instante. Durante unos pocos minutos quedaba aún tanto tiempo para la próxima clase que hasta parecía que esta nunca iba a existir, que aquello si que eran unas vacaciones y un verano de verdad.

jueves, 19 de marzo de 2009

1976 Primera parte


2



Calle del Canal catorce, dieciséis, dieciocho.


Supuso que vivir allí, en cualquiera de los chalets de aquella calle, no sería muy distinto de ser una abeja y estar dentro de una colmena, o bien de ser una hormiga que cada noche termina siempre por volver al hormiguero.

A la salida de Barcelona cientos de pequeñas casas unifamiliares adosadas y distribuidas en unas pocas calles al lado de una autopista.


Se dio cuenta que de una de ellas salía algo de música a través de una ventana que alguien había dejado abierta .

Otra, en su azotea, tenía algo de ropa tendida pero ¿quién sabe?, a lo mejor se trataba solo de engañar a los ladrones, de hacerles pensar que no se habían ido de vacaciones.

Hacía aún mucho calor en cualquier caso y apenas había coches aparcados en la calle. La mayoría eran además furgonetas de carga, de color blanco y llenas de golpes y roces, con los cristales traseros llenos de pegatinas.

Calle del Canal cuarenta, cuarenta y dos, cuarenta y cuatro.



Sin saber porque entonces se acordó de algo que le había pasado al otro lado de la ciudad, nada más salir de su casa, cuando caminando por la acera se había encontrado con un niño de unos once o doce años montado en una especie de reproducción de coche de Fórmula 1. Le había dicho todo serio que no podía pasar por ese trozo de acera que estaba a punto de recorrer pues era suyo, o de su familia mejor dicho, y en ningún momento nadie de la misma le había dado permiso para hacerlo. Su padre entonces salió rápidamente del jardín de la casa algo preocupado, con una sonrisa como disculpa y regañando a su hijo a la vez .Suso también le sonrió, en realidad no solo a él sino a su hijo también. Le había dado tanta pena. Era un chico gordito, que hacía cosas aún de niño pequeño, del que seguro que sus amigos se reían. Tenían demasiadas cosas en común como para enfadarse entre ellos. A veces lo pagamos todo con quien menos se lo merece pensó un poco triste.

Calle del Canal sesenta y ocho , setenta, setenta y dos.



Echó un último trago a la botella de cincuenta centilitros de agua mineral. Encendió su mp3 y Peter Frampton comenzó a sonar. Si un coche pasara por allí mismo y lo atropellara y dejara inconsciente en el suelo todos se sorprenderían de encontrarse bajo ese sol abrasador a un chico de diecisiete o dieciocho años escuchando esa música. No importaría nada que luego en el hospital descubrieran que en realidad tenía casi veinte años.

Peter Frampton, Yes, Led Zeppelin, Emerson Lake Palmer ¡quien demonios era ese chaval!, ¿De dónde podía haber salido? se dirían entre ellos se imaginó.

Calle del Canal ochenta, ochenta y dos y ochenta y cuatro, por fin casi había llegado. No había vuelta atrás.


El sol a lo lejos estaba a punto de empezar su ruta descendente de todos los días.

Un repentino olor a cloro de repente lo había impregnado todo.

En un cartel observó que si giraba a la izquierda en el próximo cruce se daría de bruces con la piscina municipal.

Calle del Canal ochenta y ocho.

Por fin.


Decepcionado Suso descubrió que era otro chalet exactamente igual que los anteriores. Sin nada que lo hiciera resaltar.

Como mucho una maceta con unas cuantas plantas muertas en la jardinera de la ventana contigua a la puerta de entrada.

Por lo demás el mismo color entre anaranjado y rojizo de los ladrillos, las mismas persianas de color blanco, la misma baldosa marrón del suelo.

Tomando aire, llenando sus pulmones, Suso sacó un papel doblado del bolsillo trasero de su pantalón y echándole una última mirada finalmente terminó por introducirlo dentro del buzón.
Ya estaba hecho.

Un escalofrío recorrió su espalda.

Dándose la vuelta pocos segundos después inició el camino de regreso a casa, el mismo de antes pero al revés.

No tenía miedo de volver a encontrarse con todas sus antiguas preguntas de nuevo. No es que tuviera las respuestas pero ya había levantado bien sus defensas, esas que le hacían casi inexpugnable.

Era un desastre. Estaba condenado a la más absoluta de las infelicidades, de las soledades. Nunca nada cambiaría.

Y por primera vez en mucho tiempo pensó en “él” pero muy escépticamente, nada que ver con todas esas ensoñaciones que tumbado sobre su cama muchas noches de ese verano había construido.

¿Cuántos años tendría?. Mínimo cuarenta y cinco.

¿Cómo sería en 1976?. Desde luego nada parecido a como yo lo soy treinta y dos años después.

Una imagen de si mismo en blanco y negro, vistiendo unos pantalones vaqueros acampanados y con media melena y un poco de barba ocupó por completo su cabeza.

No pudo evitar reírse un poco.

domingo, 15 de marzo de 2009

1976 Primera parte


Agosto 2008


1



¿Porqué no corría prisa antes de cumplir los dieciocho años?

Se paró en seco, sorprendido por su propia pregunta. Sintió que su vida no valía gran cosa a fecha de esa calurosa tarde de verano, cinco o seis de Agosto, y no estaba seguro, pero probablemente aún valdría menos dentro de unos años, cuando su juventud fuera ya algo pasado y estuviera encadenado a algún trabajo miserable, machacado irremediablemente por la soledad y la frustración de seguir adelante dia tras dia sin novedad alguna.

Se fijó a continuación en sus viejas zapatillas de deporte de color granate, en su camiseta morada que tapaba su ya incipiente barriga, en los pelos de sus piernas y contó en meses, veinte , el tiempo que había pasado desde que había alcanzado la mayoría de edad y de nuevo se puso a caminar, convencido que nunca lo lograría, que lo mejor sería irse acostumbrando a ello, a vivir con esa ansiedad, a saber sobrellevarla lo mejor posible, a aprender a disimularla siempre que fuera posible ante sus amigos.

¿Porqué no corría prisa antes de cumplir los dieciocho años y nada más cumplirlos se convirtió en algo tan importante?

Siguió andando. La pregunta ya no le hacía tanto daño tal y como comprobó. Podía repetírsela sin agobiarse demasiado y además, en caso de extrema urgencia, siempre estaba Lidia, una chica delgada y muy pálida, con el pelo cortado como si fuera un chico más, fumadora empedernida, que según decían sus amigos era pan comido.

Pero ¿Y el amor? .

Maldita sea! no consiguió evitar a tiempo de buevo una pregunta tan incómoda, mala suerte, malísima suerte en realidad.

¡El amor era una parte tan importante de su vida aún sin haber disfrutado del mismo!

¡Soñaba tanto con el!.
Era un viejo conocido y un perfecto extraño a la vez.

En cualquier caso parecía como algo reservado a los demás, a todos esos que sin embargo no creían en él o lo despreciaban.

En realidad como el resto de las cosas de la vida que siempre son disfrutadas por quienes en verdad menos las necesitan pensó Suso soplándose su largo flequillo castaño, ese que a veces llegaba a taparle sus grandes ojos de color verde, parte de aquella cara como de niño antiguo que tenía, muy de los años treinta, de foto en blanco y negro, tez muy blanca y grandes mofletes, con expresión de no haber roto un plato en su vida.

Pero ¿Y el amor?, ¿Cuál era su relación con él?, ¿Qué futuro le podía estar esperando?.

Estuvo tentado de pararse de nuevo, de quedase quieto otra vez allí, en la mitad del puente que cruzaba por encima de la carretera, para que alguna idea genial le alcanzara de pleno y le solucionara así gran parte su vida respondiendo de paso y para siempre a aquella pregunta, pero no, continuó andando, ajustándose la gorra de color negro y colocándose sus alargadas gafas de sol.

Como siempre tenía tiempo de sobra para unas cosas pero le faltaba para otras.

Tres semanas hasta que sus padres volvieran. Una hora como mucho antes que anocheciera.

sábado, 7 de marzo de 2009

MUSIC TV

Dos chicos sentados frente a una enorme pantalla de televisión , a menos de un metro de ella.

Parece que es incluso posible, dada su proximidad a la misma, que en cualquier momento la estrella del videoclip de turno de repente les pueda agarrar del cuello y llevárselos a continuación dentro de la pantalla, donde serían felices al menos por unos minutos rodeados de vehículos de lujo, modelos de apariencia latina de ambos sexos, todos ávidos de sexo.

Es la típica escena en una pizzería de la calle Aragón de un viernes por la noche. Marta y yo estamos sentados tres mesas detrás suyo y mientras, afuera, estoy seguro que los teléfonos echan humo pues no dejan de sonar concretando citas, los chats andan hasta arriba de gente ya que si no haces realidad tus sueños el viernes por la noche ¿Cuándo demonios los vas a hacer?, pero ellos dos parecen ser de otro mundo ya digo, mientras esperan como nosotros a que su pedido les llegue a la mesa, apenas se hablan o se miran entre ellos, es normal supongo.



Dos chicos sentados frente a una enorme pantalla de televisión, a menos de un metro de ella.

Podían fijarse en algunas chicas realmente guapas que hay en una mesa cerca de la suya. De esas que van enseñándolo todo o casi todo, que piden silencio a sus amigas, que cese el alboroto, cuando el chico al que persiguen de repente les llama por teléfono o envía un mensaje.

Pero no.

También hay chicos muy guapos para que negarlo.

Calculo asi por encima que muchos de ellos deben llevar un 400 Euros encima en ropa, entre calzoncillos , zapatillas de deporte , vaqueros y camiseta. No sé si es normal o no, cuando eres realmente joven no te paras a pensar en estas cosas, eres como un coche nuevo recién salido del concesionario, sin rozadura o golpe alguno. Ellos, lo mismo, además cada uno en su estilo me atrevería a decir que es perfecto, inmejorable. Pueden pedir a su cuerpo una noche de fiesta y al dia siguiente este no se resentirá lo más mínimo, pueden empalmar un dia con otro y apenas notárseles. Un dia no será asi.



Dos chicos sentados frente a una enorme pantalla de televisión, a menos de un metro de ella.

No se enteran que la pizzería está a reventar, que suena el teléfono una y otra vez para un encargo más, que la cola para pedir ya es de cinco personas, que los motoristas de reparto entran y salen de la cocina constantemente tras consultar un mapa, no se dan cuenta del beso en la boca que uno de esos motoristas da a una de las chicas que atienden, ni de que cuando ella va a decirle algo de repente una nueva llamada teléfónica no se lo permite, ella entonces no tiene más remedio que sustituir todo aquello que quería contarle por una sonrisa, una sonrisa que el parece guardar y colocar sobre su rostro cuando a continuación y pasando a nuestro costado derecho se dirige de nuevo a su moto para otra entrega más.



Dos chicos levantándose a la vez poco después que den las once y un motorista de reparto haya en consecuencia apagado la enorme pantalla de televisión para empezar a recogerlo todo un poco.

Marta dice que es injusto que dentro del mileurismo yo gane 212,15 Euros más que ella. Su teoría es que es mucho más fácil tratar con números y celdas de Excel que con gente como tiene que hacerlo ella.

Gente que no es mala pero que de repente una semana cambia por completo y se pone insoportable haciéndole a ella la vida imposible.

Gente que si es mala y retorcida y que solo quieren que ella dimita para ocupar ellos su puesto.

Gente pelota pero sin mala intención, muy sola supone ella, que incluso copía su forma de vestir y de hablar y que desesperadamente busca ser amiga suya también fuera del trabajo.

Gente egoísta para la que no existe más gente, que siempre tienen que salirse con la suya.

Gente a la que nadie entiende, que nunca dice no a nada, que dejan que la toreen, que solo quiere trabajar lo máximo posible pero sin aspiración alguna, que tan solo espera seguir allí frente a su pantalla de ordenador y atendiendo una centralita toda su vida.

lunes, 2 de marzo de 2009

COSTUMBRES ADQUIRIDAS


Tan solo fue otro viernes mas.


Quedamos donde siempre y de nuevo volviste a aparecer con cinco minutos de retraso, sonriente, entre la oscuridad, un clavo ardiente al que agarrarme, al que sujetarme con fuerza como si , en serio, la vida me fuera en ello.


Poco después estábamos ya los dos muy pegados el uno al otro, dentro de un cajero próximo al que habias acudido para sacar dinero, yo situado a tu espalda, observando tu pequeña cabeza, el mundo tal y como se ve a traves de tus gafas.


De repente sentí como si mi cuerpo y el tuyo estuvieran unidos por un buen numero de tubos. De alguna forma tu me dabas la vida, eras como una de esas maquinas que en los hospitales respiran por ti, te limpian la sangre, en resumidas cuenta te mantienen a flote. En el momento en que te separes de mi -pensé mientras contabas el dinero- rompas, mi vida rapidamente se extinguirá, no habrá ya posibilidad alguna.



Tu ya conoces todas mis manias a la hora de cenar y yo ya se distinguir tu coche entre los demas coches del parking.


Yo ya se que lo vas a intentar y por eso es que la encuentras siempre dura cuando me la tocas por las escaleras de bajada.


Tu ya sabes lo que me gusta sentirme deseado,que me digas que te cuente todo lo que yo he
hecho en ese baño con desconocidos antes de ti. Tu ya das por supuesto, desde luego, conoces de antemano , que la mitad de esas historias que te cuento son historias inventadas, historias que tan solo hacen que todo sea mejor y más excitante para los dos.



Hubo un tiempo en que tenia que indicarte como llegar a Garraf y más concretamente al chalet de mis padres. Un tiempo en ue hasta teníamos que parar antes de llegar al mismo ,nada más salir de la autopista, porque te apetecía volver a comérmela.


Hoy, casi un par de meses después, sigo pensando lo mismo , que cada noche de viernes con los dos recluidos en mi pequeña habitación, la única habitación de la casa a una temperatura aceptable, y abrazados bajo la cama sigue justificando en gran parte el resto de mi semana, hasta un poco la vida si quieres.



No importa lo que esté por llegar, o el que mis padres un sábado por la mañana nos puedan pillar,no importa. Te diría incluso que hay veces de madrugada, a punto de quedarme ya dormido a tu lado, nada más iniciarse el fin de semana, en que de repente el próximo lunes me ha parecido algo tan lejano, tan irreal, que era casi como si nunca fuera a llegar, menuda estupidez ¿no?.




Solías levantarte siempre con ganas de follarme. Insistías siempre para que te dejara y sigués haciéndolo. Cansados luego dormíamos hasta mediodía casi, en que los dos volvíamos a Barcelona. Las últimas semanas sin embargo te ha surgido algo, al menos eso me has dicho, y por eso nada más levantarte has tenido que marcharte, dejándome desnudo bajo las sábanas, pidiendo a gritos toda esa acción que antes si que me dabas.






miércoles, 25 de febrero de 2009

UNA FOTO VIEJA



He de guardarla con cuidado.

Nada más entrar en mi cuarto y dejar la bolsa de viaje sobre la cama lo pensé.

Aquella vieja foto del Alex de siete años, colocada hasta hoy en una esquina del espejo del salón de mi tia M a las afueras de Sevilla, testigo mudo dia tras dia de todas sus tardes, desde el verano de 1993 hasta hace unos pocas horas que tuvieron que trasladarla a un hospital, ahora está en mi poder y es responsabilidad mia y de nadie más.



Estaba muy descolorida y doblada, no debía de recibir ya más luz solar, y por eso en seguida lo decidí actuando en consecuencia: ese espacio entre las páginas 140 y 141 de “Sputnik mi amor” pasó a ser su nuevo hogar, sin apenas discusión alguna, un refugio perfecto contra todo y todos, ya no se doblaría, no perdería más color.



La siesta de nada más terminar de comer sobre su gastado sillón de color rojo, la partida de cartas con las vecinas que se pasan a su casa sobre las seis de la tarde, el rosario después, cuando la dejan en paz, la frugal cena: en fin, todo esto pero repetido más de cinco mil veces pues M. era una mujer de costumbres inquebrantables. El rio al fondo, tras el ventanal del salón, la pequeña televisión amarilla, la enorme mesa de madera del comedor que nunca se usa, el suelo de baldosa a rayas naranjas y marrones, el olor a lejia casi permanente, si, ya digo, asi era hasta hoy el mundo de esta descolorida y vieja foto. Y claro, se me olvidaba, los ojos de mi tia M clavados durante horas enteras en ella, y en la foto de mis primas también, situadas ambas y durante dieciseis años la una al lado de la otra pero ahora separadas ya por mas de mil kilómetros de distancia, lo sé, esto es casi tan triste como lo otro, o al menos eso me parece a mi, ¿no?.


Yo no he pensado mucho en mi tia M durante estos años. Algunas veces si, pero siempre como si se tratara de una ráfaga, por unos pocos segundos, sin darle apenas importancia. Esperando en el autobús, en alguna clase aburrida, mientras me cortaban el pelo, rebuscando en la Casa del Libro o en la Fnac ya digo, como quien se acuerda de repente de un viejo jersey que tenía hace años, o del antiguo coche de sus padres, o de un cd que nunca llego a comprarse y que ahora por casualidad suena en algún hilo musical. Y está mal. Y además le hace sentir a uno fatal.



Ese Alex de 1993, el de dentro de la foto, columpiándose, permaneciendo inmutable año tras año, y haciéndole compañía cada tarde, mientras poco a poco va perdiendo su color , viendo por último como a las nueve de la noche y pase lo que pase ella se va a la cama a dormir, frente al otro Alex, el de verdad, ese que desde ese verano de 1993 hasta hoy apenas habrá estado con ella dos o tres veces más, y mostrándose siempre tan distante además, ese que tanto se ha complicado la vida desde el 2001 y que tan poco ha disfrutado de la misma siempre tan preocupado por ser uno más, por no serlo, por estudiar, por no estudiar, por estudiar y trabajar, por estar aún dentro del armario, por no estar tan al fondo del mismo como a veces quisiera, por mil tonterías mas: Ya pasó la época de los bailes y él no quiso bailar con casi nadie y tampoco sacó a casi ningún chico para hacerlo con él.

Creo que nunca será demasiado feliz la verdad.


Estoy casi seguro de ello