viernes, 14 de agosto de 2009

F DE FINAL /HIGH & DRY





Y de repente todo le pareció más triste incluso que aquella canción de Radiohead que sonaba en el hilo musical (high&dry).


Desde el fondo de la hamburguesería , su rincón más oscuro y frio, se veían a lo lejos las franquicias del restaurante de tapas y de cocina vasca totalmente vacías y por el contrario el restaurante chino lleno a reventar.


También había un Pans & Company sin apenas gente pero este al menos tenía la mayoría de las mesas sucias y desordenadas, con restos de comida encima suyo, símbolo inequívoco que habían sido ocupadas alguna vez a lo largo del dia.


No quería fijarse en los rostros de la gente que por alli pasaba pero era imposible no hacerlo.


Rostros rebosantes de cansancio pese a estar en vacaciones, rostros preocupados haciendo cálculos acerca de qué restaurante podían permitirse para no tener que pasarse el resto del mes medio arruinados tras las compras en el Jack & Jones y en C&A,. Rostros marcados por la cobardia, por el querer huir y no atreverse, querer hacer cosas y colocarse ellos mismos las barreras que impedían hacerlas.


Hubo una época en que había que decir que Radiohead eran geniales, ahora afortunadamente ya no queda mal afirmar que si bien tienen cuatro o cinco canciones geniales, diez muy buenas, también hay al menos otras diez infumables -pensó- imposible de escuchar enteras.




Ya en la calle nada más salir del centro comercial se dió de bruces con cuatro o cinco camiones- gruas que se encontraban bajo el puente, a la sombra y a salvo del calor asfixiante del principio de la tarde. No se oía nada –se dio cuenta- solo el ruido de los grillos y sonido de una radio proveniente de alguno de aquellos camiones. Al pasar cerca de ellos vió que sus conductores miraban todos al frente, agarrados al volante, como si estuvieran en marcha y no parados, imaginando quizás que estaban remolcando un viejo coche como el suyo que se había averiado en el momento más inoportuno.



En realidad creo que es mejor el disco en solitario de Thom Yorke que sus últimos dos discos como grupo -recapacitó en silencio mientras abría la puerta del coche, un viejo Vw Polo del 1993 que había pasado de mano en mano, desde su hermano mayor al siguiente y al siguiente y que finalmente ahora era suyo, nada más haberlo recibido había intentado limpiarlo un poco pero imposible, había dentro suciedad acumulada desde Dios sabe cuando, idas y vueltas a la facultad, viajes a Benicassim, noches de fiesta…Por fuera el color rojo original era ahora más parecido al rosa después de de haber pasado tanto tempo expuesto al sol.



Al arrancar el motor le sonó tan frágil como de costumbre. Solo confiaba en el para trayectos cortos.

Como siempre, le gustaba , pasó muy lentamente y con las ventanillas completamente bajadas por la carretera situada al lado mismo de la playa de Castelldefels, observando a la gente dirigirse hacia la misma. Le gustaría hacer un último viaje –pensó- irse hacia el sur y hacer de ese viejo coche su centro de operaciones para todo un verano, al igual que hacian todos aquellos que aparcaban sus furgonetas junto al Paseo Marítimo y no las movían hasta septiembre, durmiendo y haciendo vida en ellas. Era un poco la influencia de Kerouac supuso, acababa de leer On The Road.


Al llegar a su casa vió el Mini Country de su hermano en el jardín y se acordó de nuevo de la chica que nunca pensó que se fuera a fijar en él y que sin embargo un dia si quelo hizo. Habían sido tres meses de ensueño y ahora que ella le había dejado era la nada.

Las canciones que pensaba que le iban a volver loco a la cuarta escucha le aburrían.

Las películas igual. Tenía dinero para comprarse unas nuevas zapatillas, varias camisas, veinte o treinta cds pero nada le hacía especial ilusión.

Se acordó de aquel hombre mayor que hacia karaoke en uno de los pasillos de Sants.
Cantaba las típicas canciones de fiesta que todo el mundo conoce pero se veía que no podía más, que estaba muy cansado, a punto de venirse abajo.
Esto es el final pensó.



Poco después el ruido de un disparo revolucionó aquella tranquila urbanización, marcando para siempre un antes y un después en la misma.

A los pocos minutos llegaron la policia, una ambulancia y algunos vecinos alarmados pero dio igual.

Era el final

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