miércoles, 18 de febrero de 2009

CRISIS


Pánico en sus ojos.

Una corriente de agua putrefacta de color marrón que por sorpresa invade una piscina de limpieza impecable. Una masa de aire frio chocando contra una masa de aire caliente. Esa sensación que suele ser el paso previo a una lipotimia, a caer al suelo mareado si no consigues sentarte en algún sitio para limpiarte el sudor frio de tu frente y respirar tranquilamente.

Por un lado la posibilidad de escapar de un trabajo que odia, en el que no sabe cuanto tiempo más va a poder aguantar,( en realidad si que lo sabe ,incluso espera que sea como otras veces en que a base de echarle coraje, hacer de tripas corazón, ya ves, de alguna forma todo lo malo quede perdonado, anestesiado hasta nueva orden) , y por otro lado, ese miedo tan terrible a levantarse un dia a las siete de la mañana y encontrarse en paro, a tener que explicárselo entonces a sus hijos mientras desayuna con ellos, su padre no tiene nada que hacer durante todo el dia, a sus vecinos, a sus amigos, menuda vergüenza, se acabaron las competiciones por el coche más caro o las vacaciones más exóticas, al banco que seguro que se muestra implacable, a los entrevistadores de los nuevos trabajos que tendrá que forzosamente buscar que le mirarán siempre con fría incredulidad.

El , que no se creía carne del Inem, que se veía tan lejos de ellos.




Fuego en sus ojos.

Cuarenta y cinco días por año trabajado más 24 meses de vacaciones pagadas.

También tiene algunos ahorrillos.

Los compañeros y él se cogerían una enorme borrachera esa misma tarde en que anunciaran el cierre de la empresa.

Se reirían de todo y de todos.

De los chupaculos de la empresa principalmente, sobre todo, esos que se veían tan y tan superiores a ellos, los comemierdas de la empresa.


¡Qué se jodan! gritarían los comemierdas contentos de no tener de momento futuro alguno.

¡Que se jodan! cantarían ya a punto de amanecer meando en las mismísimas puertas de la empresa, luciendo orgullosamente la mejor de sus sonrisas frente a las caras de preocupación y abatimiento de todos aquellos que soñaban con un determinado despacho, un cargo, un coche de empresa, un título rimbombante que añadir en su firma de Outlook.

¡Que se jodan!, llevábamos diez años esperando este momento.

¡Que os den por culo, va a trabajar ahora su puta madre!




Indiferencia en sus ojos.

Esto no va con ellos o al menos eso se creen.

Están sus padres por encima de todo y luego, los Masters que piensan hacer en cuanto que acaben la carrera. Gracias a los mismos se saltaran todo este período intermedio, el mileurismo, y entrarán directamente a un gran despacho. Nunca compartirán una isla de cuatro sitios con tres pringados más ¡qué va!, ni sabrán lo que es cobrar 1200 Euros, eso no entra en ninguno de sus planes, para nada, la crisis no les afectará.

El dinero parece tan fácil de ganar cuando, eso si, no se ha trabajado en la vida. Miles de
estudiantes preparados para el futuro pero que ocurrirá -me pregunto- si no existe tal futuro, o de existir no es tan floreciente como lo esperado.

Imagínatelos guardando todos sus maravillosos conocimientos para siempre en una caja bajo llave y poniéndose a continuación a trabajar en algo que no tiene nada que ver con los mismos.


Marta dice que últimamente tiene que tratar con muchos de estos especímenes en el call center donde trabaja , por supuesto que son lo de lo peor concluye, quiere los mínimos en su equipo.




Ignorancia en sus ojos.

Todos sabemos su destino menos ellos que aún guardan muchas esperanzas.

Han entrado a trabajar aquí tal y como yo lo hice pero con la mala suerte de finalizar su contrato en marzo de 2009 y no en marzo de 2007.No continuarán en la empresa.

Nadie se ha ocupado mucho de ellos, han pasado como de puntillas.

Durante estos últimos seis meses, y como contrapartida quizás a esa precariedad con la que ya entraron a trabajar, tampoco han recibido apenas puñaladas por la espalda o se les ha pedido que hagan muchas horas extras, por supuesto no remuneradas, nunca nadie se los ha tomado muy en serio me parece.

Pero tampoco son de fiar, al menos uno de hermosos y grandes ojos azules dentro de los cuales yo me quedaría a vivir junto a su propietario. Te la intentan jugar, aprovecharse de sus veinticinco años y de su Master en Usa frente a tus veintidós años y no haber salido apenas de España.


Pero no, ya no cuela.


Seguro que hasta algunos se llevarán una imagen buena o muy buena de nosotros, acorde con lo que todo el mundo se cree.

Ya ves, todo tiene sus ventajas.

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